viernes, 25 de junio de 2010

Los agujeros negros del planeta




Más de mil millones de personas viven en el mundo con menos de un dólar diario y más de dos mil, con menos de dos. La mitad de ellos son niños. 1.100 millones no tienen acceso a agua corriente y 2.600 millones no conocen las condiciones sanitarias mínimas. La globalización ha aumentado las desigualdades, creando grandes focos de pobreza.



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sábado, 19 de junio de 2010

Homenaje a José Saramago



Homenaje a José Saramago,
genio portugués de las letras, por su fallecimiento a los 87 años de edad.




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miércoles, 16 de junio de 2010

En busca de la media naranja

La expresión media naranja, define a la unión de una pareja con un alto grado de fusión entre si, prácticamente esta pareja formaría un solo individuo, algo así como el amor o la unión perfecta de una pareja de enamorados.

Según cuenta la historia, la primera vez que se usó esta expresión fue en la obra "El Banquete" de Platón y correspondería al poeta griego Aristófanes. Esta obra era una leyenda, un mito, pero muchas personas la creyeron una realidad posible de llevar a su vida de pareja.

El origen parece ser que proviene del mito de la aparición de los dos sexos humanos, ya que según relató Platón en su época, al principio de los tiempos el ser humano era sólo uno, asexuado, que vivía en perfecta armonía sin necesidad de nada más que de él mismo para poder vivir. Pero un buen día (y como suele ocurrir siempre en todas las historias ancestrales) desobedeció a los dioses y éstos lo castigaron separándolo en 2 mitades (como si de una naranja que se corta por la mitad se tratase), siendo una mitad el hombre y la otra mitad la mujer, condenando así a todos los seres humanos a vagar eternamente en busca de la otra mitad para recuperar su completa felicidad, su entereza, la parte que les falta para ser un todo.

A través de los años, las personas buscaron parejas idealizando esta unión perfecta, con la convencida idea, que al encontrar su media naranja, su ser interior se vería colmado y completo. Un concepto de que nadie puede ser feliz si no está completo o sea la falta la mitad de su ser, le falta su media naranja.

Desde el punto de vista del romanticismo idílico, encontrar su otra mitad, ha sido el objetivo primordial de hombres y mujeres a lo largo de su existencia. Pero, ¿es posible encontrar nuestra media naranja? ¿Es positivo que una persona se fusione con otra y ésta con aquella? ¿Existe una persona capaz de complementar nuestras carencias de esa forma?

La respuesta es que puede existir, pero seguramente no habrá amor en esa relación, si habrá necesidades mutuamente satisfechas, un complemento de nuestros valores, pero amor libre y verdadero, seguramente no. Nadie, absolutamente nadie, es la mitad de nadie, el individuo es un ser único, irrepetible, absoluto y entero.

Las parejas, se unen por amor, y dentro del amor, la admiración por el otro juega un rol protagónico, pero el amor no significa perder su libertad, cambiar sus sueños, renunciar a sus propios deseos, adaptarse a los gustos del otro y mucho menos significa que sometamos a nuestra pareja a nuestras ideas y proyectos.

Una pareja son dos, no son uno, buscar nuestra media naranja, significaría que estamos buscando algo que nos falta, algo de lo que carecemos, no buscamos brindar amor sino que buscamos una solución para lo que solos, no podemos lograr, alguien que nos brinde ese faltante.

La pareja ha de ser alguien con quien caminar a su lado en la vida, y no alguien que ejerza de bastón de soporte. La media naranja es una hermosa expresión de la definición romántica, pero tal como lo escribió Aristófanes, tan solo se trata de una leyenda.

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Pero si a pesar de todo la voluntad no permite cejar en el empeño de tratar de encontrar nuestra media naranja..., ¿quién o qué nos garantiza que vayamos a tener oportunidad de coincidir, aun de manera fugaz, en alguna vicisitud de nuestra vida con nuestra posible pareja ideal?; ¿y si se encuentra lejos de la zona de influencia en que nos movemos, fuera de nuestro alcance geográfico o incluso temporal?

La atracción física, el amor o algun tipo de interés personal son los condicionantes que determinan el establecimiento de una relación de pareja. Cuando un individuo escoge a otro como pareja, se tiene la impresión de que el "elegido" lo ha sido como resultado de una especie de predestinación. Pero para cada persona existe multitud de posibles candidatos para formar pareja en los que se podría reunir cualquiera de dichos condicionantes y sin necesidad de considerar a ninguno como la media naranja de otro.

Cuando existe armonía generalizada entre los miembros de las parejas que conocemos, como se suele decir, nos da la impresión de que el uno está hecho para el otro. ¿Podríamos considerar en estos casos que el uno es la media naranja del otro? No, sencillamente es que estamos tan familiarizados con su relación de mutualidad que nos cuesta imaginar a otra persona sustituyendo el rol de cualquiera de los dos miembros de la pareja.

El azar es el que realmente determina que las parejas las integren unos miembros en concreto y no otros (salvo parejas concertadas). No tenemos más que pensar en los casos de las parejas formadas en nuestro ámbito familiar o de nuestro circulo más próximo. Por ejemplo: ..."Si en tiempos de la posguerra mi abuela, por entonces madre de seis hijas y con el marido desaparecido en la guerra, no hubiera emigrado a Alicante, posteriormente mi madre no hubiera conocido a mi padre ". ¿Estos hechos suspusieron una predestinación para que se conociesen?, ¿es mi padre (o viceversa) la media naranja de mi madre? No: sencillamente un cúmulo de sucesos dirigidos por el azar hizo que mis padres se conociesen y entonces, esos sí, por atracción física, amor, etc., se constituyeron como pareja. Probablemente, ambos hubiesen constituido pareja con otra persona distinta si no se hubieran conocido, pero entonces... yo no existiría.

F.P.

lunes, 14 de junio de 2010

Consejos para ser feliz, por Teresa de Calcuta

El día más bello, hoy
La cosa más fácil, equivocarse
El obstáculo más grande, el miedo
El mayor error, abandonarse
La raíz de todos los males, el egoísmo
La distracción más bella, el trabajo
La peor derrota, el desaliento
Los mejores maestros, los niños
La primera necesidad, comunicarse
La mayor felicidad, ser útil a los demás
El misterio más grande, la muerte
El peor defecto, el mal humor
El ser más peligroso, el mentiroso
El sentimiento más ruin, el rencor
El regalo más bello, el perdón
Lo más imprescindible, el hogar
La ruta más rápida, el camino correcto
La sensación más grata, la paz interior
El arma más eficaz, la sonrisa
El mejor remedio, el optimismo
La mayor satisfacción, el deber cumplido
La fuerza más potente, la fe
Los seres más necesitados, los padres
Lo más hermoso de todo, el amor

Teresa de Calcuta

jueves, 10 de junio de 2010

La salud, un derecho fundamental

"La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. El goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o social."

Constitución de la Organización Mundial de la Salud













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Sobre este blog:


"Este espacio ha sido creado esencialmente con la vocación de manifestar inquietudes y plasmar impresiones sobre los diversos aspectos que integran la vida y el mundo en el que vivimos. Para compartir con mis amigos y seguidores de este blog..."