viernes, 30 de julio de 2010

Dejar secar la ira

Mariana se puso toda feliz por haber ganado de regalo un juego de té de color azul.

Al día siguiente, Julia, su amiguita, vino bien temprano a invitarla a jugar. Mariana no podía pues saldría con su madre aquella mañana. Julia entonces pidió a Mariana que le prestara su juego de té para que ella pudiera jugar sola en el jardín del edificio en que vivían.
Ella no quería prestar su flamante regalo pero ante la insistencia de la amiga decidió, hacer hincapié en el cuidado de aquel juguete tan especial. Al volver del paseo, Mariana se quedó pasmada al ver su juego de té tirado al suelo. Faltaban algunas tazas y la bandeja estaba rota. Llorando y muy molesta Mariana se desahogó con su mamá "¿ves mamá lo que hizo Julia conmigo? Le presté mi juguete y ella lo descuidó todo y lo dejó tirado en el suelo". Totalmente descontrolada Mariana quería ir a la casa de Julia a pedir explicaciones, pero su madre cariñosamente le dijo:
"Hijita, ¿te acuerdas de aquel día cuando saliste con tu vestido nuevo todo blanco y un coche que pasaba te salpicó de lodo tu ropa? Al llegar a casa querías lavar inmediatamente el vestido pero tu abuelita no te dejó. ¿Recuerdas lo que dijo tu abuela? Ella dijo que había que dejar que el barro se secara, porque después sería más fácil quitar la mancha.

Así es hijita, con la ira es lo mismo, deja la ira secarse primero, después es mucho más fácil resolver todo". Mariana no entendía todo muy bien, pero decidió seguir el consejo de su madre y fue a ver el televisor. Un rato después sonó el timbre de la puerta...Era Julia, con una caja en las manos y sin mas preámbulo ella dijo:
"Mariana, ¿recuerdas al niño malcriado de la otra calle, el que a menudo nos molesta? Él vino para jugar conmigo y no lo dejé porque creí que no cuidaría tu juego de té pero el se enojó y destruyó el regalo que me habías prestado. Cuando le conté a mi madre ella preocupada me llevó a comprar otro igualito, para ti. ¡Espero que no estés enojada conmigo. No fue mi culpa!“ "¡No hay problema!, dijo Mariana, ¡mi ira ya secó! Y dando un fuerte abrazo a su amiga, la tomó de la mano y la llevó a su cuarto para contarle la historia del vestido nuevo ensuciado de lodo". Nunca reacciones mientras sientas ira. La ira nos ciega e impide que veamos las cosas como ellas realmente son. Así evitarás cometer injusticias y ganarás el respeto de los demás por tu posición ponderada y correcta delante de una situación difícil.

Acuérdate siempre: ¡ Deja la ira secar !

Anónimo


lunes, 26 de julio de 2010

domingo, 18 de julio de 2010

Solidaridad con Sakineh Ashtiani

El artículo 5 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos dice que: "Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes."
Sakineh ya fue condenada por las autoridades iraníes a recibir 99 latigazos hace cuatro años. Ahora su vida se debate en el corredor de la muerte entre la lapidación y la horca. Su delito: el adulterio. En todos los países del mundo el adulterio debería considerarse como una opción (criticable o no) dentro de la libertad individual de cada individuo y nunca como un delito. Las consecuencias debieran afectar única y exclusivamente al ámbito personal y familiar de los individuos implicados y siempre las situaciones derivadas de dichos actos habría de resolverse de manera civilizada y pacífica. Las autoridades no tienen derecho a juzgar el adulterio en ninguna parte del mundo y, en todo caso, no debiera hacerse distinción si dicho acto lo comete un hombre o una mujer, puesto que ambos han de tener la misma consideración y los mismos derechos en su condición de seres humanos.
Como también reza la aludida Declaración Universal de los Derecho Humanos en sus artículos 1 y 2: "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos (...) Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona (...)"
Todo nuestro apoyo y solidaridad para Sakineh Ashtiani.

F.P.

Hay que salvar a Sakineh Ashtiani


Información sobre el caso Sakineh

lunes, 5 de julio de 2010

Derechos humanos de las mujeres

“Mientras se nieguen los derechos humanos a las mujeres, en cualquier parte del mundo, no puede haber justicia ni paz”

Shirin Ebadi, premio Nobel de la Paz












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