miércoles, 28 de abril de 2010

El velo en la escuela pública

Constitución Española - Título I: De los derechos y deberes fundamentales
- Capítulo II: Derechos y libertades
(primer artículo) Artículo 14:

"Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social".

¿Es justo prohibir el hiyab o velo islámico en las escuelas públicas?

Se trata de un tema muy delicado ya que confluyen, por un lado, la libertad individual a la libre expresión religiosa, garantizada por la Constitución Española: "...sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley" (art. 16.1).
Por otro lado, en un país como España, cuyo Estado de derecho garantiza la igualdad entre hombre y mujer, como se desprende también en la Constitución: "...
en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo" (art. 35).
Actualmente, con un Gobierno y un Ministerio de Igualdad totalmente implicados en erradicar cualquier signo de discriminación hacia la mujer, por parte de la opinión pública se cuestiona si los poderes públicos deben tolerar que las estudiantes que profesan el Islam, porten en las escuelas públicas una indumentaria que pueda representar una señal de sometimiento o inferioridad respecto al hombre. En cualquier caso, aunque fuera ese el sentido del hiyab, habría que tener en cuenta si el acto de portar dicha prenda es ejercido de manera individual, libre y voluntaria; o por el contrario, es impuesto por el entorno familiar o social en el que están incluidas las jóvenes musulmanas.
Pero resulta precipitado escandalizarse y denunciar algo cuando se desconoce la verdadera significación del velo islámico. Aunque su uso se asocia con el islam, no es algo específico del mundo musulmán. En muchas partes del mundo las mujeres se cubren el cuerpo o la cabeza por motivos similares a los esgrimidos por los islamistas. Hasta hace bien poco, en casi todos los países del Mediterráneo ha sido una práctica generalizada (incluidos los de religión cristiana).
Dentro de la cultura árabe, el hiyab ya existía antes del surgimiento del islam, como signo de respetabilidad, pues entre otras cosas distinguía las mujeres libres de las esclavas. Según la tradición, mostrar el cuerpo se relacionaba con la condición de mujer sometida al hombre (esclava o prostituta); mientras que al abrazar el islam, como nueva religión, el uso del velo se considera un signo de dignidad recobrada, una señal de sometimiento a Dios, es decir, que sólo se pertenece a Dios, y no al hombre. Este es el original sentido del hiyab.
Hoy en día se ha perdido parte de ese sentido original y se ha convertido en un símbolo de la exclusión de la mujer del espacio público del que están excluidas en algunos países musulmanes. Por tanto, todos nos tendríamos que felicitar del hecho de que las mujeres musulmanas puedan acceder a las escuelas públicas. Esto tendría que ser lo relevante. El debate de velo sí o velo no, debiera cerrarse con la aceptación por parte de los demás de la libre voluntad de cada estudiante.
Miguel Pajares, responsable de Inmigración del CERES (Centro de Estudios de CC.OO. de Cataluña), autor de "La Inmigración en España: retos y propuestas", aboga por la mediación en lugar de la prohibición:

F.P.

"(...) Primero definamos cuáles son los objetivos pretendidos. Creo que éstos son dos, y muy claros: el primero es integrar a los musulmanes en un sistema laico en el que las prácticas religiosas se realicen con plena libertad, pero en el terreno de lo privado; y el segundo es eliminar toda forma de discriminación de las mujeres. Ambos objetivos sólo se logran con un trabajo a medio plazo que ha de desarrollarse tanto en el terreno de la enseñanza como en el de la integración social.
Es decir, esos objetivos se logran, primero, educando para la igualdad; dando instrumentos educativos a los chicos y chicas, para que aquellas chicas que ahora visten velo (que en España sólo son una pequeña minoría entre las musulmanas que hay en nuestras escuelas) puedan quitárselo en el momento en el que ellas tomen tal decisión.
Se logran también dedicando recursos para la integración social de la población inmigrada.
Cuando las familias inmigradas están mejor integradas, es decir, cuando sus derechos, el trato que reciben, sus oportunidades para el trabajo, sus cauces de participación ciudadana, etcétera, están equiparados con el resto de la sociedad, los vínculos identitarios con su comunidad de origen se debilitan, y es así como aquellas personas más imbuidas de tradiciones poco laicas o poco igualitarias podrán relativizarlas y sumarse a las posturas mayoritarias de su propio colectivo (insisto en que la postura mayoritaria de los musulmanes en España no la representan aquellos que obligan a sus hijas a ir con velo a la escuela).
Y se logran con mediación. La mediación es el instrumento que han de utilizar los enseñantes, educadores sociales y responsables públicos para ir resolviendo los casos concretos que se vayan presentando. En un asunto como éste, que afecta a sentimientos identitarios profundos, está claro que la mediación es mucho más eficaz que la prohibición.
Es así, con medidas educativas e integradoras, como daremos apoyo a la lucha que muchas mujeres musulmanas, aquí, en Francia y en los países de origen, están desarrollando contra la discriminación de género. Que no es la lucha sobre si velo sí o velo no, porque la discriminación existe con independencia del velo (y si no, que se lo pregunten al resto de las mujeres que jamás han vestido velo). Si lo que queremos es luchar en pro de la laicidad y de la igualdad de género, es así como se lucha; ahora bien, si lo que queremos es sentirnos muy satisfechos de nuestra laicidad y nuestro igualitarismo, eliminando los signos visibles (externos) de lo contrario, la prohibición ya nos sirve (...)"

¿Velo de sumisión o de rebeldía?
Artículo de Naiara Galarraga


En defensa de la tolerancia
Artículo de María de la Figueroa López (Catedrática de Lengua Española y Literatura del IES Gonzalo Torrente Ballester) - San Sebastián de los Reyes, Madrid

4 comentarios:

Alicia L dijo...

Nunca estaré a favor de que en un lugar como es la escuela, donde se supone enseñan tolerancia y libertad pueda estar alguien con un símbolo evidente de sumisión.
Si es minoría, con mayor razón estas personas lo hacen con todo el convencimiento. No olvidemos que esta prenda implica SO-ME-TI-MIEN-TO a Alá por parte de una MUJER. Hay cosas que pienso no admiten diálogo ni esperar a ver si caen del burro y cambian sus hábitos. Estas niñas posiblemente nacieron aquí o llevan años en un pais pretendidamente igualitario.
No se puede tener paridad de cargos públicos (aunque no reunan del todo las condiciones) y luego querer tolerar la sumisión a un ser divino/masculino. Queremos ser tan buenos con todo el mundo que a veces se nos olvida que el ser humano tiende a aprovecharse de la bondad del prójimo.
Se puede ser sadomasoquista... pero
lo haces en tu intimidad, o al menos fuera de lugares de enseñanza. No quiero que mis hijos puedan pensar que llevar el velo es algo bueno, posiblemente la mayoría de los amiguitos que defienden a estas niñas nunca se lo pondrían pero no quieren que sufra. Pues si no quieres que sufra que se preocupen más de enseñarle las bondades de ser libre y no la solidaridad con la "pobre víctima rechazada por la sociedad".

Fernan Pastor dijo...

Hay que tener en cuenta que el acto de sumisión no es hacia el hombre sino hacia Dios (Alá), por tanto no sirve el argumento de la discriminación por razones de sexo. Por otro lado, precisamente en aras de esa tolerancia y libertad defendida por las escuelas públicas, éstas deberían "tolerar" la "libertad" de usar esa prenda como símbolo de su identidad religiosa individual para que no exista discriminación por motivos de religión. Pienso que lo relevante es que las mujeres musulmanas (independientemente que porten velo o no) puedan acceder a las escuelas públicas como una conquista del espacio público al que en muchas ocasiones están vetadas en sus países de origen. Creo que, como opina María de la Figueroa López en su artículo "En defensa de la tolerancia", la prohibición sólo estaría justificada si existiera un reglamento previo (y no hecho a la carta a posteriori) que prohibiese cubrirse la cabeza o el rostro de manera genérica sin tener en cuenta la motivación (religiosa o no) de los alumnos.

Unknown dijo...

Fernan ha dicho que es un acto de sumisión hacia Dios (Alá). Eso no es del todo así. Porque, ¿acaso sabemos nosotros si eso es verdad desde el origen de esta religión?. Lo que en mi opinión esa excusa que ha interpuesto acerca de Dios significa que desde las más tempranas edades les enseñan que es sumisión ante Dios, cuando en realidad es solo una forma de expresar una discriminación por sexo.
Además, suponiendo que las mujeres estén de acuerdo y "quieran" llevar el velo en las escuelas públicas, una extranjera al llegar a un país de religión musulmana tiene que tener unas reglas de decoro e incluso taparse con el velo cuando visita la mezquita, es por ello que las mujeres de religión musulmana deben de acatar las normas interpuestas por el país en el que están, aunque ello las suponga quitarse el velo en las clases. También añadir que el velo es una buena forma para ellas de hacer trampas en los examenes, lo cual no es nada justo, ya que eso solo haría coger "tirria" a las personas de esta religión, que se aprovechan de ella.

Unknown dijo...

Fernan ha dicho que es un acto de sumisión hacia Dios (Alá). Eso no es del todo así. Porque, ¿acaso sabemos nosotros si eso es verdad desde el origen de esta religión?. Lo que en mi opinión esa excusa que ha interpuesto acerca de Dios significa que desde las más tempranas edades les enseñan que es sumisión ante Dios, cuando en realidad es solo una forma de expresar una discriminación por sexo.
Además, suponiendo que las mujeres estén de acuerdo y "quieran" llevar el velo en las escuelas públicas, una extranjera al llegar a un país de religión musulmana tiene que tener unas reglas de decoro e incluso taparse con el velo cuando visita la mezquita, es por ello que las mujeres de religión musulmana deben de acatar las normas interpuestas por el país en el que están, aunque ello las suponga quitarse el velo en las clases. También añadir que el velo es una buena forma para ellas de hacer trampas en los examenes, lo cual no es nada justo, ya que eso solo haría coger "tirria" a las personas de esta religión, que se aprovechan de ella.

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